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Convento de san Francisco (Lorca): La enseñanza de la Gnomónica

Si de relojes y la medida del tiempo es el tema que nos atañe no podemos dejar en el olvido y en el recuerdo el caso del Reloj de la torre de la Iglesia de San Francisco de Lorca (Murcia), cuyos últimos suspiros de vida quedaron registrados en su esfera a la fatídica hora de las 18:47 del mes de “MAYO” de 2011, mes que como veremos más adelante se repetirá para fechas de mejor augurio.

A esa hora, las 18:47, se repite una segunda réplica de un seísmo, aún más fuerte que otro anterior, de 5.1 en la escala de Richter y con epicentro al noreste de Lorca, en la Falla de Alhama de Murcia. Lorca ha sido azotada por un terremoto.

18:47 en el recuerdo

Las graves consecuencias de pérdidas humanas y arquitectónicas no se hicieron esperar. Numerosos edificios quedaron afectados y destrozados por el seísmo. El que nos atañe en cuestión en ésta historia es a la susodicha Iglesia de San Francisco y a su convento. El seísmo lo golpeó con tal virulencia que quedaron afectadas la torre, cúpula y fachadas exteriormente y en su interior las pilastras, capillas laterales, fachadas y sus retablos barrocos como el Retablo Mayor de 1694 con su desplazamiento y perdida de policromías. Además de otros retablos y zonas anexas.

La construcción más primitiva de la Iglesia data del 18 de diciembre de 1565 cuando fue bendecida y empezó a ser gestionada por los monjes franciscanos, y desde mediados del siglo XVI a finales del XVII, cuando se dio por finalizada la construcción definitiva de la iglesia, concurrieron numerosas obras internas. Los claustros, que más tarde comentaremos, debieron estar realizados a principios del XVIII.

A raíz de los destrozos ocasionados se iniciaron proyectos de restauración y arreglos después del seísmo. No fue hasta julio de 2013 cuando se iniciaron tales labores. Las cuales se prolongaron hasta el bienaventurado mes de “mayo” de 2015 cuando se finalizaron las obras.

Afortunadamente los materiales usados en el edificio como piedras de sillería, ladrillos cerámicos, la cal y el yeso, la madera, así como las técnicas constructivas: muros de mampostería, cubiertas de madera ó bóvedas tabicadas evitaron males mayores (roturas y fracturas) pues su resistencia a las deformaciones, en éste caso al seísmo, amortiguaron las presiones ejercidas. Con miras a futuros movimientos sísmicos se optó por usar en la reconstrucción los materiales y técnicas más parecidas para que siguiera cumpliendo su misión de amortiguación (1)

Tras las obras de reconstrucción el convento pasa a manos de la Hermandad de Labradores Paso Azul, inaugurándose el 29 de “mayo” de 2015 el Museo Azul de la Semana Santa (MASS), dedicado a mostrar piezas (bordados, cruces, trajes…) usados en la Semana Santa Lorquiana. Además de contar con sala de exposiciones y otras infraestructuras(2).

Si aún no hemos acabado con el sempiterno mes de mayo recordaremos que el 28 de “mayo” de 1982 la Iglesia de San Francisco fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento Histórico-Artístico con carácter Nacional (3)

A partir de aquí empieza el tema que nos interesa. Y es que lo que comienza a aparecer bajo las capas de cal y yeso al retirarlos en las zonas afectadas dejan al descubierto, y estupefactos a los arquitectos y restauradores, la aparición de pinturas policromáticas de diferente temática. Desde un guerrero con los pendones, al retrato de un monje franciscano, y a un supuesto dibujo a cuerpo entero de un soldado francés napoleónico del siglo XVIII. Además de otros muchos más dibujos todos ellos elaborados con pigmentos minerales y de diferentes colores (negro, gris, tierra, almagre), y pintados sobre el yeso con la técnica del “temple liso”(4).

Soldado francés
Guerrero con pendones

Estas pinturas datan del siglo XVIII siendo las que mejor se han encontrado las situadas en la segunda planta, o sea en el segundo claustro del convento. Al parecer éste claustro comenzó a usarse hacia 1775 por los monjes franciscanos para usos variados, siendo uno de ellos el de aulas para la formación no sólo de los propios monjes sino de personas de la alta sociedad. Se enseñaba no sólo teología sino también filosofía, arte ó matemáticas.

Aunque lo más curioso y paradójico fue el qué hacían dibujados en sendas paredes enfrentadas a la entrada del segundo claustro una serie de líneas numeradas, algunas rectas y otras curvas, con grafías diversas, acompañadas de versos incoherentes y de otros artilugios tan dispares. Nos referimos a que todo aquello no eran más que dibujos de relojes de sol trazados en el interior de un edificio, sin acceso a la luz solar para que realmente funcionaran, pues ese es el principal cometido de los cuadrantes solares. Los acompañaban un par de instrumentos usados por entonces para trazar los mismos.

Vista general de uno de los muros con trazados gnomónicos

Todo ello apunta, como bien atestiguan en los resultados de sus investigaciones los miembros de la AARS(5), que aquellas grafías y trazados dan cuenta de su uso en actividades docentes del aprendizaje de la ciencia de los relojes de sol conocida como “Gnomónica”. Y es más, uno de esos relojes dibujados está fechado y firmado por el que supuestamente podría ser el creador y a la vez maestro de ésta ciencia perteneciente a las matemáticas: Fr. Michael Rizo Fecit, A 1799 cuyos trazados y dibujos recuerdan a un Compendio Matemático contemporáneo a ese siglo, el de Tomas Vicente Tosca y Mascó, insigne matemático, arquitecto, filósofo y teólogo valenciano en cuya primera edición de 1715 incluye el tomo IX dedicado a la gnomónica. Bien pudiera ser el libro de texto de los monjes.

Resulta gratificante al acceder al claustro el encontrarse de frente con la primera muestra de tales dibujos, sobre los que hay que decir se han respetado en todo momento los colores originales y la más mínima intervención en la restauración. Y dada su magnífica conservación y carácter exclusivo de una escuela de gnomónica en España lo hacen único a nivel mundial.

Como decía, frontalmente al acceder al claustro nos encontramos con el reloj firmado por Fray Michael Rizo, en éste caso es un reloj vertical meridional (orientación sur) y que por su complejidad lo hace único a nivel nacional por la extensa información que proporciona.

Reloj meridional y versos nemotécnicos

Sobre éste unas frases versadas servían como regla nemotécnica para recordar el color con el que debían trazarse las líneas del cuadrante.

A su derecha se encuentran dibujados un reloj oriental (orientación este) y a continuación en ese sentido los restos del dibujo, que recortado por el hueco de una posterior ventana, de un supuesto reloj occidental (orientación oeste).

Reloj Oriental y Occidental
Trígono

Bajo ellos, y limitando con el marco de la ventana antes mencionada, contemplamos la figura de un “trígono”, instrumento usado en el dibujo del trazado de los relojes de sol para incluir las líneas del equinoccio y solsticios.

Situados en los dibujos ahora mencionados si nos damos la vuelta hacia la puerta de entrada al claustro por el que hemos accedido y a su derecha contemplaremos el resto de los dibujos. Un reloj vertical declinante a poniente 28º (orientación suroeste)…

… y sobre éste la figura de un “cuadrante” que, al igual que el mencionado trígono, se usaba como instrumento y en éste caso para la medición de ángulos en el trazado de los relojes de sol.

A nuestra derecha y detrás de un mural se encuentra un panel explicativo de los relojes comentados.

Panel explicativo

Sin duda estos dibujos y el contenido que proporcionan son de carácter excepcional que hemos de preservar como testigo mudo de un arte y a la vez ciencia dedicada a la construcción de los relojes de sol: la Gnomónica.

Vicente J. Fernández Gallego
Málaga, junio de 2017

(1) Para ver la descripción del proyecto de recuperación arquitectónica del Convento de San Francisco de la Puerta de Nogalte puedes descargar el siguiente documento elaborado por Juan de Dios de la Hoz, arquitecto director de Lavila Arquitectos, S.L.P.

(2) http://blog.pasoazul.com.

(3) Ibid..

(4) Ver referencia 1.

(5) Ver el artículo publicado por Antonio J. Cañones y Pedro Novella en la web de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol.

Por último te invitamos a disfrutar del video realizado por Vicente J. Fernández Gallego sobre la Escuela Gnomónica de Lorca.

https://vimeo.com/619173136
Si no puedes ver el video, accede directamente desde aquí.