Literatura y relojes de sol
Tratándose la Gnomónica de una ciencia y arte que enlaza transversalmente otras muchos campos de la investigación o de la creatividad, la Literatura no podía quedar el margen de dicha relación.
Son numerosos los ejemplos en que los relojes de sol son comentados en diversos pasajes de obras clásicas de literatura. Ya en la Biblia, concretamente en el Antiguo Testamento son nombrados cuando se comenta que Yahvé hizo retroceder diez grados la sombra en el reloj solar de Acaz, hechos que pudieron desarrollarse hacia el 750 AC.
En el siglo I DC, fue escrito por el arquitecto e ingeniero romano Marco Vitrubio Polion la obra «De Architectura» en la que su Libro IX denominado «Medidas del tiempo y relojes. Astronomía; la tierra, los planetas, el sol, las estrellas» hace una completa descripción de los 13 tipos de relojes de sol existentes en la época, siendo el más antiguo tratado de Gnomónica que nos ha sido legado.
Más recientemente encontramos algunos ejemplos de cómo los relojes de sol figuran como elemento nombrados en algunas importantes obras de la literatura castellana y portuguesa, o en fechas más lejanas, formando parte de algunos de los más preclaros poetas del Siglo de Oro de la literatura española, como Quevedo o Góngora, se les dedican poesías.
EL RELOJ DE SOL
de Francisco de Quevedo y Villegas.
¿Ves, Floro, que, prestando la Arismética números a la docta Geometría, los pasos de la luz le cuenta al día? ¿Ves por aquella línea, bien fijada a su meridiano y a su altura, del sol la velocísima hermosura con certeza espiada? ¿Agradeces curioso el saber cuánto vives, y la luz y las horas que recibes? Empero si olvidares, estudioso, con pensamiento ocioso, el saber cuánto mueres, ingrato a tu vivir y morir eres: pues tu vida, si atiendes su doctrina, camina al paso que su luz camina. No cuentes por sus líneas solamente las horas, sino lógrelas tu mente; pues en él recordada, ves tu muerte en tu vida retratada, cuando tú, que eres sombra, pues la santa verdad ansí te nombra, como la sombra suya, peregrino, desde un número en otro tu camino corres, y pasajero, te aguarda sombra el número postrero.
MEDIDA DEL TIEMPO POR DIFERENTES RELOJES
de Luis de Góngora y Argote
De sol. ¡Con qué mano liberal, si bien de hierro pesado, las horas que nos bas dado El camino puntual del desengaño más fuerte señalas: y porque acierte la vida ciega que pasa, con sol le muestras su casa por las sombras de la muerte.
Por último, y aunque no se hacen en él una referencia explícita a los relojes de sol como instrumento de medición horaria, hemos querido incluir en esta recopilación de citas a la máxima obra de la literatura hispánica escrita por Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, relación que establecemos, aprovechando el recién celebrado cuatrocientos aniversario de su publicación, comentando su contenido en función de las citas, que en él se hacen, de la mesura del tiempo y de la Astronomía.
Esteban Martínez
Julio de 2002