Huella gnomónica de Hernán Ruiz II
Los Hernán Ruiz fueron una familia de canteros de ascendencia cordobesa durante cuatro generaciones que tuvieron un importante peso, desde finales del siglo XV y durante todo el siglo XVI, en la actividad constructiva de la Baja Andalucía, que originó “un caso excepcional en el Renacimiento del sur de España con diferente calidad estética, maestría y extensión de su obra”[1].
De entre todos sus miembros queremos destacar la obra de Hernán Ruiz II[2], (Córdoba, 1514?-Sevilla, 1569) quien, desde que en 1530 fuera admitido por el Concejo de Córdoba como maestro cantero y en 1547 nombrado maestro mayor de la Catedral de Córdoba, ciudad y provincia en la que realizó diversas actuaciones, hasta que en 1558 fuera nombrado maestro mayor de obras del Hospital de las Cinco Llagas en Sevilla, en 1560 del Concejo de Sevilla, y en 1562 de la archidiócesis de Sevilla[3].
Este último nombramiento le abriría las puertas a la realización de numerosas actuaciones, además de en la provincia sevillana, en la serranía onubense y en algunas poblaciones gaditanas y cordobesas, desarrolló una intensa actividad que transcurrió en estilos que van “desde el plateresco final hasta el sobrio manierismo de los últimos decenios del siglo XVI”[4] y cuya influencia en el arte constructivo se prolongó hasta el siglo XVIII.
Para conocer su obra con más detalle, inicialmente desarrollada como cantero[5], heredero de una saga familiar, y posteriormente como maestro de obras[6], podemos acudir a diversas fuentes bibliográficas, pero lo que nosotros queremos destacar, en principio, es su obra gnomónica desde dos vertientes: la primera en base al “libro de los relojes” que forma parte de su manuscrito denominado “Libro de arquitetura” (sic) [7] y en segundo lugar a los trazados de relojes de sol, de su real o posible autoría, que se conservan en diferentes edificios andaluces.
El libro de los relojes
Durante el siglo XVI, denominado el “Siglo de los Austrias”[8] fue numerosa la producción científica sobre horolografía gnomónica, además de la dedicada a temas como la cosmografía, las matemáticas, la náutica o la artillería en la que asimismo se hace referencia al trazado de relojes solares.
Solo hasta la década de los 60 del mencionado siglo Carlos Esteve[9] menciona diecinueve impresos científicos editados en España, cinco de ellos en Sevilla, destacando, entre todas las obras dedicadas principalmente a la gnomónica, los trabajos impresos de Pedro Roiz[10] y Juan de Arphe[11] y además del manuscrito de García de Céspedes[12].
Pero lo que en este documento queremos destacar es la existencia del manuscrito “Libro de Arquitetura” anteriormente comentado, que podría tratarse de “una colección de dibujos y textos para uso propio”[13] o un como “simple cuaderno de apuntes para el uso exclusivo del arquitecto”[14].
Este documento, compuesto por 148 hojas (144 folios) numeradas, y de un tamaño de 22,7 x 32,2 cm. aparece ampliamente descrito por P. Navascués[15] y, por varios autores, en ESTUDIOS[16]. En él figura una traducción del libro I de Vitrubio[17], así como varios apartados relativos a diversos aspectos relacionados con la Arquitectura: textos y figuras de Geometría, Perspectiva y Transferente, Cantería y Edificios y Portadas, entre otros. Pero lo que nos hace escribir estas líneas es la existencia de un apartado específico que J. M. Raya[18] denomina “Libro de los Relojes” que son analizados pormenorizadamente en ESTUDIOS y que asimismo nos servirá de base para la descripción que se desarrolla más adelante.
En los folios que van desde el 30v al 33v, en siete carillas, se describen diferentes tipos de relojes, comenzando por el trazado y colocación de un círculo (reloj) equinoccial, un disco “rueda de hoja de Milán[19] o de madera” a partir del cual se dibuja el resto de los que expone: el horizontal o “nibelar”, los verticales orientados a los cuatro puntos cardinales, “relox bertical”, “relox para pared que ba derechamente de mediodía al norte” y con “oras bueltas hazia setentrión” y declinantes “relox para pared que no está derechamente al mediodía”. Asimismo se ofrece un método para conocer el mediodía por el mismo método que utilizado por Vitrubio, necesario para la correcta orientación del muro y posición del gnomon polar, e incluso en el último folio se ofrece un breve tratado de soleamiento.
Nosotros sólo vamos a ofrecer en las siguientes líneas la reproducción parcial de los folios en los que figuran los trazados de los relojes, que en todos los casos son calculados para una altura del polo de 37,5º norte, muy cercana a la latitud media de Sevilla y, para mejor comprensión, se reproducen en castellano actual los textos de su descripción traducidos del original por C. Álvarez[20].
Folios 30v y 31. Relojes vertical y horizontal.
Relox bertical que se entiende puesto a plomo en la pared y Relox orizontal que se entiende en superficie plana a nivel.
En este folio se realiza la siguiente descripción sobre el trazado de ambos relojes a partir de una rueda de Milán y en el folio 31 aparece sólo el trazado.
Para declaración e inteligencia de cualquier reloj, es de saber que hecho el círculo en el cual están señalados y medidos los noventa grados, como en la presente figura está diseñado, a los treinta y siete y medio que está Sevilla, se echa al centro una línea, la cual va al norte. Ésta se dice línea equinoccial (o estilo) y si en esta línea se pusiese una rueda de hoja de Milán o de madera y en ella fuesen repartidas las horas iguales por la circunferencia de la rueda y echadas las líneas al centro, como se muestra en la rueda alta, y esta rueda estuviese por cuadrado en la dicha línea equinoccial (o estilo), como en la figura presente se muestra y fuesen las horas repartidas igualmente, como tengo dicho, la sombra del estilo que diese en la dicha rueda serían las horas y venían sin faltar justamente, y porque hecho en la pared o en plano no estaría bien de esta manera, aunque sería acertado hacerse como en la siguiente hoja se verá en dos maneras, uno nivelar (horizontal) y otro perpendicular (vertical).
Folio 31v. Relojes verticales orientados a levante y poniente.
En este folio figuran dibujo y descripción sobre la forma de trazar este tipo de relojes para “vna pared que ba derechamente de mediodía al norte” y que, variando la numeración horaria sirve tanto para un cuadrante tanto si va orientado correctamente el Este como al Oeste.
Este reloj sirve para puesto en una pared que va derechamente de mediodía al norte y débase de poner para que sirva hasta mediodía hacia levante y para que sirva después de mediodía hasta la noche débase de poner hacia poniente y débase hacer de esta manera: echa una línea nivelar por la dicha pared y, después de echada, toma con la saltarregla la línea que va al norte, que se dice equinoccial, con la línea nivelar y échala con la línea que tienes echada en la pared nivelar y después echa una escuadría por la línea equinoccial o estilo y en esta línea de esta escuadría, que está señalada con la A, echa las horas, que están señaladas por la línea paralela a la del mediodía y haz de empezar desde el estilo hacia abajo, tomando los tamaños desde las seis hasta las once, como en la presente figura se muestra más claramente.
Folio 32. Reloj horizontal
Relox orizontal que se entiende en superfizie plana a nibel paralela con el orizonte.
En este folio nuevamente se incluye la forma y trazado de un reloj horizontal, aunque aparece solo su dibujo, sin descripción alguna, y utilizando un método distinto al utilizado en el resto de los trazados del manuscrito donde los hace por abatimiento de planos sobre el plano del papel[21]
Folio 32. Reloj vertical orientado al norte.
En el mismo folio 32, a su pie, aparece el texto e imagen para el trazado de un reloj vertical orientada al norte. Es un trazado y forma en el que posiblemente se inspirara el desconocido autor del existente en la cara norte de la Giralda, fechado en 1665.
Reloj horizontal, que se entiende en superficie plana a nivel, paralela con el horizonte. Las horas vueltas hacia septentrión.
Folio 32v. Reloj vertical orientado a mediodía.
Relox bertical que sentiende puesto en la pared a plomo.
Al dorso del folio 32, en el 32v, nuevamente aparece el trazado de un reloj, en este caso vertical, sin acompañamiento de texto alguno, en el que en el dibujo se utiliza un método distinto al abatimiento de planos.
Folio 33. Reloj declinante.
Relox para pared que no está derechamente al mediodía más abiajada.
El último reloj descrito que aparece en este folio, figura el método para el trazado de un reloj vertical declinante auxiliándose para ello de un reloj horizontal, método por el cual se llega a la confusión del trazado de un reloj vertical en el que la meridiana no se encuentra en la vertical a plomo del centro del reloj, circunstancia que no obstante se puede corregir con la adecuada colocación in situ.
En esta ocasión, el “biaje” o declinación utilizada es la de 8º a levante, similar al que guarda el reloj existente en la espadaña existente en las terrazas de la catedral de Sevilla situada sobre el muro norte de la nave central que fue construida por él.
Para conocer y saber el viraje que hace una pared que no está al mediodía derechamente se sabrá de esta manera y para trazar el reloj en ella, aunque hay muchas, ésta me parece más fácil: toma una tabla que esté juntada por una parte que sea larga de una vara y un pie de ancho, más o menos, lo que quisieres, y júntala con la pared por la parte que está juntada a regla, que se entiende que esté de canto, y el ancho de ella a nivel y por un reloj de sol encima que esté junto a la pared y tráelo a una parte y a otra hasta que la aguja se ponga en mediodía derechamente y haz una señal con la punta del compás hacia la parte del mediodía que la aguja señalare y otra hacia la parte contraria, que se entiende la parte del norte, y después con la regla echa un trazo de una señal a otra y esta línea será la meridional, y después para poner el estilo derechamente, como ha de estar, ha de ser de esta manera: que como tenías la tabla a nivel para tomar el mediodía la has de derribar a plomo pegada a la pared y bornea este trazo con el que tienes echado en la pared a plomo, de arriba abajo, y borneado traza por encima de la tabla, que está juntada a regla, y aquel trazo será el viaje que hace la pared y por este trazo echa una escuadría y en el tocamiento que hace esta línea con la que desciende a plomo tomarás el medio círculo y échalo haz desde la cruz abajo y repartirás las horas por el mismo círculo y echarás los trazos como lo veas a toque con la línea que echaste con la tabla y harás tu reloj encima, como lo ves trazado en la figura alta.
Producción gnomónica: atribuciones e indicios
Teniendo en cuenta el manuscrito, la participación de Hernán Ruiz II como cantero y sobre todo como maestro de obras de una manera más o menos directa en la realización de numerosos templos en todas las provincias occidentales de Andalucía, y lo que el contenido de aquél pudo suponer para el trazado de relojes solares en su época por otros autores, hemos analizado la existencia de relojes solares en edificios, iglesias y parroquias de todo el área geográfica en la que intervino, llegando a la conclusión de que aunque no existe un reloj solar en el que aparezca la firma de Hernán Ruiz II ni tampoco constancia documental alguna sobre su directa autoría de alguno de los conservados en las construcciones en los que pudiera haber participado, existen casos claros de atribución hacia su figura –ya advertida previamente por J.M.Raya[22] .
Sin embargo en otros, o apreciamos indicios en ellos que nos hace pensar que pudieran haber sido trazados por él o utilizado su manuscrito para ello, o directamente, de la comparación realizada y de las características de los propios relojes, descartamos toda relación. A pesar de ello, en este último caso, exponemos el análisis llevado a cabo para llegar a tal conclusión.
Relojes en la ciudad de Sevilla
Como afirma J.M. Raya[23] “Los valores angulares que toma H. Ruiz para realizar los distintos trazados de los relojes no son fortuitos, pues es frecuente en los tratados de la época tomar los valores del lugar en el que se escribe o publica el texto”, por lo que el autor del manuscrito, como ya se ha dicho, escoge la latitud de Sevilla ya que fue en esta ciudad donde desarrolló su actividad principalmente sobre dos edificios, el Hospital de la Sangre y la Catedral.
Y es en ellos donde se conservan sendos trazados que, aunque no están firmados, podemos atribuirlos a Hernán Ruiz II por los siguientes motivos: En el primer caso, sobre su fachada manierista orientada exactamente al mediodía, se conserva un desdibujado cuadrante vertical con un trazado similar al descrito en el folio 32v. En el caso catedralicio existe un cuadrante vertical trazado en la espadaña que construyó sobre el muro norte de la nave central, que presenta una desviación de unos 8 grados a levante, similar al trazado que figura en el folio 33 para un reloj declinante.
En las imágenes siguientes se han dispuesto sobre fotografías los trazados que aparecen en el “Libro de los relojes”
Relojes de la catedral de Sevilla
Otros casos, ahora sí, de dudosa atribución Hernán Ruiz II, será el de otros tres, del total de siete, que asimismo se encuentran en la Catedral sevillana. Nos referimos a los situados en el muro exterior de la Capilla Real y a los dos de la Giralda.
Para ponernos en contexto sabemos que tras el fallecimiento en 1556 de Martín de Gaínza, maestro mayor de la Catedral de Sevilla, fue Hernán Ruiz II quien consiguió el puesto[24]. En unión de otros arquitectos se pronunció sobre la forma de terminar su Capilla Real en cuyos exteriores se conserva un cuadrante solar declinante que bien pudiera serle atribuido aunque J.M.Raya[25] se pronuncia más bien porque “Es probable que … Juan de Arfe o Juan de Oviedo, fuese el autor del reloj del ábside de la Catedral, que se podría fechar entre 1585 y 1612”.
Por otro lado está clara su participación en el remate renacentista de la Giralda, siendo su obra más célebre su cuerpo de campanas y los templetes manieristas superiores, construidos entre 1558 y 1568. En el cuerpo superior al de campanas, denominado precisamente “del reloj” o también “terraza de las azucenas”, se conservan dos relojes solares verticales orientados, esviados sobre el plano de la torre, uno a mediodía y otro a septentrión[26]. No podemos afirmar que estos relojes fueran realizados por Hernán Ruiz II, dado que están fechados en 1668, pero pensamos, que para su trazado podrían haberse usado los diseños que figuran en su manuscrito.
Indicios sobre la posible autoría en relojes de iglesias de la Baja Andalucía
Analizando la existencia de relojes solares conservados en diferentes templos de las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba, encontramos indicios sobre la posible atribución de su autoría a Hernán Ruiz II por su participación en su construcción como en la iglesia de Santa Isabel, de Marchena, en la que junto a Bartolomé de Bustamente realizó diversas actuaciones. Y es que en sus tejados se conserva un reloj de sol doble, sin fecha ni firma que bien pudiera serle atribuido a aquél.
Aunque la iglesia de San Miguel Arcángel de Morón de la Frontera fue levantada bajo la dirección del arquitecto italiano Vermondo Resta, por lo que sería posible que el cuadrante que aún pervive trazado directamente sobre el ladrillo a cara vista en la cara más meridional del primer cuerpo de la torre, sin fecha ni autoría declarada en él, fuera trazado bajo la influencia de Hernán Ruiz II ya que éste también participó en la construcción de algunos tramos del crucero y la cúpula del templo. Pero lo cierto es que en 2013 fue descubierta una montea en una de sus cubiertas que pudo servir para el cálculo, en una fecha muy posterior al fallecimiento de Hernán Ruiz II y siguiendo un patrón muy distinto al empleado por él en su manuscrito.
Ya en la provincia gaditana, en la iglesia de N.S de las Virtudes, de Villamartín, entre 1562 y 1567, Hernán Ruiz II acometió las obras de la reforma del crucero y la de su antigua torre-fachada mudéjar. En el denominado “Libro de las Portadas”, folios del manuscrito en los que figuran dibujos huecos decorados, partes de alzados, o protagonistas de composiciones gráficas, que son analizados por A. Jiménez[27], se concluye la existencia de ciertos paralelismos entre dibujos y portadas que, como en el caso de la de poniente de esta iglesia, en la que además aparecen diversas epigrafías con varias fechas así como un letrero que incluso insinúa la autoría de Hernán Ruiz II[28], lo que permitiría intuir que el reloj solar existente en su esquina meridional hubiera sido trazado por él.
En la provincia cordobesa existen cinco templos en los participó en mayor o menor grado Hernán Ruiz II y en los que se conservan relojes solares. Comenzamos en su parte más septentrional ya que en la fachada de la parroquia de San Juan Bautista, conocida como Catedral de la Sierra, en Hinojosa del Duque, se conserva un reloj vertical aunque dispuesto en su fachada en posición errónea. Aunque está fechado en 1625, más de medio siglo posterior al fallecimiento de Hernán Ruiz II, al igual que en casos anteriores, es posible que se hubiera realizado bajo su influencia, ya que éste, junto a su padre, dirigieron el proyecto de construcción de la iglesia.
Grabado directamente en los sillares de piedra molinaza de la torre de la iglesia de San Bartolomé en Montoro, se conserva un reloj solar de trazado meridional. En la construcción de esta iglesia, con diferentes estilos artísticos que van desde el gótico al barroco, pasando por el mudéjar y el plateresco, participaron todos los miembros de la saga de los Hernán Ruiz, por lo que presumimos que el reloj pudiera haber sido trazado por el segundo de ellos o, en todo caso, bajo la inspiración de su manuscrito.
Junto a la vieja muralla de Luque se encuentra la iglesia renacentista de N.S. de la Asunción, también conocida como la catedral de la Subbética. En su muro meridional se conserva un cuadrante solar no fechado que pudo estar diseñado por Hernán Ruiz II o al menos siguiendo su manuscrito, ya que las obras para su construcción se iniciaron en 1557 prolongándose durante más de un siglo, participando en ellas, a partir de 1576 su hijo Hernán Ruiz III.
Del siglo XVI y origen renacentista, la parroquia de Santiago Apóstol de Iznájar conserva en sus muros exteriores el reloj solar fechado más antiguo de Andalucía, datado en 1584. Está grabado en piedra y situado orientado a mediodía sobre los sillares del ábside. La autoría del templo, cuyas obras se iniciaron en 1547, está atribuida a Hernán Ruiz II, por lo que no es de extrañar que el reloj solar fuera trazado por el propio maestro de obras o siguiendo el contenido de su manuscrito.
La intervención de Hernán Ruiz II sobre la iglesia de N.S. de la Asunción de Montemayor, se produjo mediante su participación en la construcción del segundo cuerpo de la torre campanario así como del crucero y la capilla mayor. Junto a la segunda portada que da a acceso al templo a través de la nave de la Epístola, se conserva un reloj de sol bastante deteriorado. Como en casos anteriores se aprecia una relación directa entre la participación de Hernán Ruiz II y la existencia de un reloj solar.
Por último, sobre la portada principal de la parroquia de la Asunción de Castro del Río, erigida en 1523, fue levantada posteriormente la torre de estética militar atribuida a Hernán Ruiz II. 1705, casi siglo y medio después de que ocurriera su fallecimiento, es la fecha que aparece grabada en uno de los dos relojes de sol situados en la esquina meridional de la fachada, por lo que en este caso, no apreciamos indicio alguno sobre su directa autoría o inspiración en su manuscrito. Además éstos no han sido los únicos relojes solares con lo que ha contado esta iglesia ya que en 1593 se situaron en su exterior otros dos relojes trazados por Pedro de Ynfantas, hoy desaparecidos.
Sierra de Huelva: sin indicios determinantes
Nuevamente mencionamos el “Libro de las Portadas” ya que en él figuran varios ejemplos de iglesias y parroquias de la sierra onubense en los que Hernán Ruiz II intervino a raíz de su nombramiento en 1562 por el provisor Juan de Ovando, como maestro mayor de obras de la archidiócesis de Sevilla. Su directa intervención en dichas edificaciones bien pudiera hacernos pensar que la existencia de relojes en ellas pudiera haber sido obra de nuestro autor, aunque lo desmentirían sus características y forma semicircular, similares a las de la mayoría de los conservados en la zona.
La existencia de un frontispicio, sometido a diversos cambios de ubicación en la Casa de la Inquisición de Aracena, fechada en 1563, en el que se usó la bífora de esquina tal como se describe en el folio 80 “Portada de la Sacristía” y al tratarse de un elemento relacionado con la puerta de la Sacristía del Hospital de las Cinco Llagas obra de Hernán Ruiz II, permitiría asimismo atribuir al mismo autor la autoría del reloj existente en la esquina del edificio, aunque como se ha dicho, su forma y características lo desmentiría.
La planta del dibujo que aparece en el folio 82, que JIMENEZ denomina “Portadas de Zalamea”[29], “muestra un notable parecido con la de la iglesia de la Asunción, de Zalamea la Real, población onubense estrechamente vinculada al arzobispado de Sevilla”, lo que haría suponer que el cuadrante solar situado en uno de los contrafuertes del templo, podría haber sido trazado por Hernán Ruiz II, aunque por los mismos motivos que el anterior, no se puede confirmar.
Aunque se carece de toda documentación que la confirme, la fachada de poniente de la iglesia de N.S. de la Esperanza de Corterrangel (Huelva), por sus formas y decoración a base de mosaicos induce a pensar que se trata de una obra póstuma de Hernán Ruiz II. En el exterior de este templo se conserva un reloj de sol, por su forma semicircular, el trazado de líneas horarias equiangulares no comentadas en el manuscrito, su datación en 1671 y por la disposición de los numerales para ser leídos desde el centro del reloj, harían inviable la autoría su trazado a Hernán Ruiz II, ni bajo su influencia.
Existe un cuarto edificio en la Sierra de Huelva, la iglesia parroquial de N.S. de la Asunción, en Aroche, en cuya construcción intervino Hernán Ruiz II, en la que el reloj solar existente al estar fechado en 1609 no se le podría atribuir, aunque desconociéndose su autoría y en aventurada suposición, quizás podrían haber utilizado su manuscrito para su realización.
Conclusión
En base al manuscrito hemos querido ver la impronta de este genial alarife en diferentes obras gnomónicas existentes en Andalucía, en base a atribuciones directas o indiciarias, aspecto creativo que ha sido generalmente olvidado de las crónicas sobre su gran obra constructiva, y que debido a nuestro particular interés no nos pasan desapercibidas y que, en todo caso, reflejan la herencia relojera que, de una u otra forma a partir de sus textos y dibujos, nos legó.
Esteban Martínez
Octubre de 2024
Bibliografía y consultas
- ALVAREZ: ALVAREZ MARQUEZ, C. Transcripción de los textos en ESTUDIOS Pp 65-66.
- BANDA: BANDA Y VARGAS, A DE LA. El arquitecto andaluz, Hernán Ruiz II. Anales de la Universidad Hispalense. Serie: Filosofía y letras, nº 23. Sevilla, 1974.
- ESTEVE: ESTEVE SECALL, C.La ciencia gnomónica en la España del siglo XVI: análisis, desarrollo y evolución de las técnicas horolográficas. Universidad de Granada, 2003.
- ESTUDIOS: VVAA. LIBRO DE ARQUITECTURA de HERNAN RUIZ II. Estudios. Fundación Sevillana de Electricidad. Sevilla, 1998.
- JIMENEZ: JIMENEZ MARTIN, A. El Libro de las Portadas en ESTUDIOS. Pp. 235-273.
- MORALES: MORALES, ALFREDO. Hernán Ruiz El Joven. Editorial AKAL. Torrejón de Ardoz, Madrid, 1996.
- NAVASCUES: NAVASCUÉS PALACIO, P. El Libro de Arquitectura de Hernán Ruiz, el Joven. Estudio y edición crítica, ETSA. Madrid, 1974.
- RAYA 1998: RAYA ROMAN, J.M. El Libro de los Relojes en ESTUDIOS, Pp. 143-150.
- RAYA 2014: RAYA ROMAN, J.M. Los siete relojes de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. XXI Edición del «AVLA HERNÁN RVIZ 2014». Tomo I. Catedral de Sevilla. Sevilla, 2014. Pp 133-151.
- RIOS: RIOS COLLANTES, I [et al.] Las horas, las palabras y el facistol. Aula Hernán Ruiz, Catedral de Sevilla : Taller Dereçeo, 2014.
- ROSAS: ROSAS ALCANTARA, E. Hernán Ruiz I, el origen de una dinastía de arquitectos. Arte. Pp 55-61.
- VITRUVIO: VITRUVIO POLION, M. De Architectura, traducidos del latín y comentados por Don Joseph Ortíz y Sanz, presbítero. Imprenta Real de Madrid, 1787.
- WIKIPEDIA: https://es.wikipedia.org/wiki/Hern%C3%A1n_Ruiz_el_Joven.
Notas
[1] Ver ROSAS pg 55
[2] También conocido como Hernán Ruiz El Joven o Hernán Ruiz (Jiménez), ésta última forma para diferenciarlo de Hernán (Rodríguez) Ruiz, su padre y de Hernán Ruiz (Díaz), su hijo.
[3] Visto en https://es.wikipedia.org/wiki/Hern%C3%A1n_Ruiz_el_Joven, consultado 30/6/2024
[4] Ver ROSAS pg 55
[5] La cantería, también denominada estereotomía de la piedra, es una técnica consistente en el corte preciso de un bloque de piedra destinado a un lugar concreto en una edificación.
[6] Una vida con prolífica obra parecida a la de su coetáneo Andrés de Vandelvira (Albacete, 1505?-Jaén, 1575), arquitecto renacentista con numerosa obra constructiva realizada y gnomónica atribuida, aunque sin obra escrita conocida, distribuida principalmente por la provincia de Jaén y continuada por su hijo Alonso.
[7] Que se conserva en la Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, como “Raro nº 16”.
[8] Carlos I, del año 1516 al 1556; y su hijo Felipe II, del año 1556 al 1598, en ESTEVE.
[9] Ver ESTEVE.
[10] ROIZ, Pedro. Libro de Reloges Solares, Pedro de Huete. Valencia, 1575.
[11] ARFE Y VILLAFAÑE, Juan de. De varia commensuración para la esculptura y architectura. Andrea Pefcioni y Juan de Leon. Sevilla, 1585.
[12] GARCIA de CESPEDES, Andrés. Libro de Relojes del Sol.(MS.) Madrid, anterior a 1604.
[13] Ver NAVASCUES.
[14] Ver BANDA, pg 87.
[15] Ver NAVASCUES.
[16] Ver ESTUDIOS.
[17] Ver DE ARCHITECTURA de M.Vitruvio Polion, traducidos del latín y comentados por Don Joseph Ortíz y Sanz, presbítero». Imprenta Real de Madrid, 1787.
[18] Ver RAYA 1998
[19] Según el Diccionario Real Academia Española de la Lengua: 1. f. desus. hojalata.
[20] ALVAREZ MARQUEZ, C. Transcripción de los textos. ESTUDIOS Pp 65-66.
[21] Como oportunamente indica J.María Raya en RAYA 1998, pg 146.
[22] En RAYA 1998, pg 149.
[23] Ibid.
[24] Ver BANDA, pg. 84.
[25] En RAYA 2014, pg. 139
[26] A pesar de la contrastada utilidad de este tipo de relojes, aún hoy pueden leerse las siguientes líneas en un medio digital dedicado supuestamente a la divulgación científica: “La cara norte de la torre está permanentemente en la sombra, y eso convierte al reloj de sol de la Giralda en el único del mundo que resulta perfectamente inútil”. Visto el 1/7/2024 en https://quo.eldiario.es/ciencia/viajes/q2103196113/viajes-ciencia-sevilla-reloj-sol-sombra/.
[27] En JIMENEZ.
[28] Ver JIMENEZ pg. 242.
[29] Ver JIMENEZ pg. 238.