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Proyectos para un centro de vacaciones en Estepona

Una de las primeras entidades financieras españolas hasta 2003, Banesto, disponía en Estepona de una residencia de descanso para sus empleados y familiares, situada en un lugar privilegiado, a pie de playa, conformada por diversos edificios e instalaciones, zonas verdes y piscina a los que se accedía desde el kilómetro 164 de la N-340.

Como parte del proyecto de remodelación previsto en 1993 para dichas instalaciones, en el que Alberto Corazón[1] fue el responsable del diseño de los elementos de mobiliario urbano e identidad, se solicitó la participación de Juan José Caurcel[2] para el estudio y trazado de unos relojes de sol que irían situados en diferentes puntos del complejo residencial.

Fuente de la imagen[3]

Inicialmente se presentaron dos proyectos diferenciados:

  • De un lado la instalación de 12 paneles/relojes de sol con diferente orientación que recogerían diseños presentes en otras tantas obras de escritores de obras gnomónicas de los siglos XVI al XVIII, entre ellos Juan Pérez de Moya (1568), Pedro Roiz (1575), Juan de Arphe y Villafañe (1585), Diego López de Arenas (1633), Pedro Enguera (1723),  Juan Vicente Tosca (1715) y Rovira Rabasa (1896) y en los que se señalaría una doble lectura horaria: la hora solar verdadera y la hora solar adaptada a la longitud geográfica.
  • De otro, la colocación en el centro del complejo de una gran torre-zigurat de planta cuadrada, de unos 106 m de altura –lo que la haría visible en las cartas náuticas y permitiría su localización visual en la zona y desde la cercana carretera N-430- y en cuya base, de más de 30 m de diámetro, con diversos niveles y plantas, irían trazadas las líneas horarias de un reloj solar horizontal y analemático, con la ecuación del tiempo implícita y con las líneas estacionales en franjas de color.

Pero finalmente, el Consejo de Administración de la entidad sólo aprobó la realización de cuatro de los doce cuadrantes verticales proyectados:

  • Uno orientado a mediodía
  • Dos orientados a poniente y levante, situados sobre un único soporte
  • Y un cuarto declinante a poniente.
Vertical orientado. Foto: Lorenzo López
Orientado a poniente. Foto: Lorenzo López
Declinante a poniente. Foto: J.J.Caurcel

Básicamente la estructura de los todos los cuadrantes era la misma: En el interior de un perfil metálico se insertan dos piezas de piedra: una de granito en su parte inferior y otra en su parte superior, de mármol blanco de Macael donde irían los trazados de los cuadrantes.

El trazado de los cuadrantes estaba realizado para su doble lectura en horario solar verdadero, en amarillo, y en líneas y numerales rojos, para la lectura con adaptación en longitud. A falta de la corrección por la ecuación del tiempo, bastaría con sumarle una o dos horas para obtener lo que los autores denominaban la “hora solar legal”.

Para su correcta orientación, el día de la colocación sobre el terreno se tuvo en cuenta la los minutos de diferencia de la ecuación del tiempo.

Anverso de la tarjeta-reloj solar
Reverso de la tarjeta-reloj solar

No obstante, en base a uno de los cuadrantes que no fueron instalados se realizó un reloj de sol en cartulina que fue presentado a un Concurso de ideas organizado por Patrimonio Nacional, en el que figuraba al dorso el trazado de un reloj de sol meridional inspirado en los dibujos que Diego López de Arenas publicara en 1633 en su Tratado de alarifes y de relojes de sol[4], cuya imagen hemos reproducido.

Proyecto de la torre-zigurat Fuente: Analema nº 2

En cuanto a la construcción del zigurat[5], como decíamos al comienzo, fue rechazada probablemente debido a su elevado coste y quizás a que consideraron que la altura torre de la iglesia existente en el residencial serviría de suficiente hito para la localización desde los lugares cercanos. La decisión fue tomada en el último momento a pesar de todo el trabajo que conllevó su diseño en el que además participaron ingenieros civiles y de que ya estaba concertada su instalación con una de las dos únicas grúas existentes entonces en España con capacidad suficiente para ello.

Pero ¿qué pasó con los cuatro cuadrantes que finalmente se hicieron en el Centro de Vacaciones?

Han transcurrido más de 30 años desde que se instalaron estos relojes solares en el complejo residencial y más de 20 desde que desapareció la entidad financiera[6]. Desconociendo el lugar en el que fueron situados, gracias a la ayuda de Antonio Cañones y de sus búsquedas en internet, hemos podido localizar en imágenes de 2018[7] la exacta ubicación de tres de los cuatro cuadrantes en los jardines suroccidentales del complejo, visibles desde el paseo marítimo público que lo circundaba por su parte meridional. Se trata del meridional (36,45046 N, -5,060953 O) y de los orientados a levante y poniente (36,45045 N, -5,060589 O).

Imagen de GSV de 2018 en la que se aprecia en ambos extremos el reloj meridional, a la izquierda, y el orientado a poniente, a la derecha,  en una pieza en la que también estaría alojado el orientado a levante.

Faltaría por comprobar la ubicación del declinante que, a la vista de la única imagen que poseemos de él, debió estar situado entre los edificios, en un lugar más alejado del paseo marítimo.

Este espacio residencial se ha visto sometido a una profunda transformación entre febrero de 2019 y agosto de 2020[8] y donde antes había amplias zonas verdes, que se mantuvieron hasta al menos junio de 2020, actualmente se ubica un complejo hotelero de lujo[9] no apreciándose evidencias de los relojes, por lo que nos tememos que todos ellos hayan desaparecido o, al menos, estén desubicados.

Ubicación de dos de los cuadrante en 2018, situados con una distancia entre sí de unos 32 metros.
Ubicación de dos de los cuadrante en 2018, situados con una distancia entre sí de unos 32 metros.

Sería una lástima que estas piezas[10] hubieran pasado a un olvido del que, humildemente, pretendemos rescatar con esta semblanza y quién sabe si con ella, pudiéramos lograr su reubicación con la ayuda de los actuales propietarios de los terrenos en el que según algunos, se trata del mejor hotel familiar del Mundo[11].

Juan José Caurcel y Esteban Martínez
Julio de 2024

Agradecemos a Luis Vadillo toda la información facilitada para la elaboración del presente texto y a Antonio Cañones por facilitarnos la exacta localización de la mayoría de las piezas descritas.


[1]     Alberto Corazón (1942-2021) fue un artista multidisciplinar que destacó en escultura, pintura y sobre todo diseño siendo el creador de marcas y logotipos de numerosas empresas  e instituciones españolas.

[2]     Juan José Caurcel es profesor de matemáticas jubilado y autor de los cálculos para el trazado de los relojes de sol existentes en la Colonia Moscardó, del barrio de Usera en Madrid, del complejo gnomónico situado en la Plaza de Toledo, del reloj solar de la fachada del Ministerio de Cultura en la Plaza del Rey y de la ETSIA –ciudad universitaria- de la misma ciudad, entre otros.

[3]     https://lagranfamiliabanesto.blogspot.com/2015/07/residencia-de-banesto-san-jaime-en.html

[4]     Cuyo nombre completo es “Carpintería de lo blanco y tratado de alarifes y de relojes de sol”.

[5]     Se puede encontrar una descripción más completa de este elemento proyectado en CAURCEL, J.J.,  Propuesta para un hito solar en Estepona, Revista Analema, Asociación de Amigos de los Relojes de Sol, nº 2, May-Dic 1991

[6]     Aunque hasta 2003 no fue absorbida por BBVA, Banesto se desprendió de la residencia en 1995. Desde 2020 se localiza en sus terrenos el hotel Ikos Andalusia..

[7]     Obtenidas de Google Street View (GSV).

[8]     Según figura en https://www.sando.com/proyectos/hotel-ikos-andalusia

[9]     Ikos Andalusia, perteneciente al grupo Ikos Resorts.

[10]    Que nos fueron dadas a conocer en 2004 por Lorenzo López Asensio, quien nos refirió que aparecían, junto con el de Puerta Toledo de Madrid y otros, en un catálogo de una Exposición celebrada en Murcia.

[11]    Según los premios Travellers’ Choice de Tripadvisor en 2023. Fuente: https://www.sando.com/proyectos/hotel-ikos-andalusia