Dos Hermanas – Hacienda Ibarburu

Al llegar a antigua hacienda situada en los alrededores de la ciudad de Dos Hermanas y que desde el 15 de octubre de 2002 goza de la protección de Bien de Interés Cultural con la categoría de «Monumento», destaca por su color almagre que contrasta con el verde que la rodea. Pero lo que más nos impresiona a nosotros, desde un punto de vista gnomónico, es la existencia en su interior, hoy inaccesible, de dos, o incluso tres, cuadrantes solares que fueron localizados en su día gracias al profesor Jesús Marín García.

Foto: Antonio J. Cañones (2016)

El primero de ellos un cuadrante vertical que se encuentra nada más atravesar la portalada de acceso a la finca, en la cara interior de la espadaña que la corona, junto al campanil, a más de 8 m. de altura. Sólo se conserva la varilla, ya que las líneas horarias, números o cualquier clase de trazado ha sucumbido por las inclemencias del tiempo o se encuentran ocultas bajo sucesivas capas de cal.

Foto: Jesús Marín (2017)

Posiblemente se trate del que en su día el mismo profesor localizara mencionado en el Tomo II del Catálogo Arqueológico y Artístico de la provincia de Sevilla de 1955, en el que sus sus autores al hablar de la Hacienda de Ibarburu, dicen textualmente; «…en el patio, interesante fuente con rostros simbólicos y reloj de sol fechado en 1705».

Los posibles restos de un segundo reloj, al que quizás también se pueda referir el texto citado, se localizan en los muros del edificio que dan al patio principal, donde se observan las varillas metálicas que en su día soportaran el gnomon de un reloj solar.

Pero hay un tercer reloj, o había en el interior de la Hacienda, que es la pieza más destacada no solo del conjunto de las haciendas de olivar sevillanas sino del conjunto de las piezas gnomónicas localizadas hasta la fecha en Andalucía. Nos estamos refiriendo a un reloj de sol poliédrico que durante largo tiempo ofreció la hora junto a una alberca situada la hacienda.

Se trata de un conjunto poliédrico realizado en mármol con forma de prisma de base cuadrangular -32 cms. de lado- y una altura de 40 cms. una de cuyas aristas horizontales superiores se ha achaflanado con la debida inclinación para poder alojarse en ella dos relojes polares. Los cuadrantes se han trazado sobre cinco de sus siete faces.

Aunque inicialmente estuvo situado sobre una una pilastra de piedra que se encuentra al borde de una alberca o balsa de riego en el interior de la propia Hacienda, tras algún intento de robo, se encontraba custodiado en una de las dependencias de la Hacienda.

En la pieza se localizan un total de ocho cuadrantes: uno horizontal, tres verticales meridionales, dos polares y sendos cuadrantes orientados a oriente y occidente.

  • El horizontal, situado en la cara superior tiene base rectangular y numeración romana.
  • En la cara meridional se han trazado tres cuadrantes verticales de limbo semicircular, el inferioir, o de cuarto de círculo, en el caso de los dos más elevados.
  • Sobre la superficie achaflanada entre la cara superior y la meridional se han dispuesto dos relojes polares situados a ambos lados de una pieza central que debió existir y de la que sólo se conserva la varilla que la sujeta a la pieza de mármol.
  • Sobre las respectivas caras orientadas a oriente y occidente se han dispuesto sendos cuadrantes con un completo trazado de siete horas en cada uno, incluyendo la anterior al orto en el oriental y la posterior al ocaso en el occidental. Tanto estos últimos relojes descritos como los polares y los meridionales llevan numeración arábiga.

Actualmente no se conserva íntegro ninguno de los gnómones que debieron figurar en él, si bien nos hemos permitido reproducir la forma aproximada que debió tener el horizontal, a tenor de una antigua imagen del conjunto.

El hecho de que en pleno siglo XXI logren inventariarse elementos gnomónicos tan importantes como éste, testigos mudos de una época en que florecieron por todo el Aljarafe sevillano las Haciendas de Olivar, nos hace albergar ciertas esperanzas de poder recuperar otras piezas que puedan encontrarse olvidadas en fincas, lagares, alquerías, cortijos, quintas y haciendas de otros lugares de Andalucía.

Las imágenes del reloj de sol de Ibarburu han sido realizadas por Jesús Marín García y Antonio J. Cañones, a quienes queremos agradecer desde estas líneas toda la información que nos ha facilitado sin la cual no habría sido posible este pequeño artículo.

Como complemento a la información facilitada, ofrecemos una crónica con la situación actualizada del reloj de la hacienda Ibarburu.

Más información sobre el reloj multifaceta de la Hacienda Ibarburu la puedes encontrar en el artículo publicado en el número 14, de junio de 2005, de la Revista Gnomónica Carpe Diem, bajo el título «Un conjunto gnomónico olvidado en una Hacienda sevillana.

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