Crónica de un expolio en una hacienda sevillana

La arquitectura rural andaluza está definida por la existencia de diversas tipologías edificatorias -haciendas, cortijos, lagares, alquerías o simplemente fincas-que debido a los nuevos procedimientos y sistemas de explotación agrarios, están siendo abandonadas paulatinamente en su uso tradicional para finalmente desaparecer o, todo lo más, transformarse para otros usos como los turístico-recreativos.

Uno de los casos de flagrante abandono lo encontramos en la Hacienda Ibarburu(1) situada en el municipio hispalense de Dos Hermanas, propiedad que fue adquirida en 1702 por 28.000 ducados por el mercader bilbaíno Lorenzo Ignacio de Ibarburu y en la que se llegó a alojar en varias ocasiones el rey Alfonso XIII.

Fachada de la Hacienda Ibarburu. Foto: Jesús Marín

Con el fin de preservar este magnífico ejemplo del tipo arquitectónico de las haciendas de olivar del ámbito sevillano(2) en 12/11/2002(3) y se hizo público el acuerdo por el que se le declaraba como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento, lo que implicaba que quedada protegido todo el bien y su entorno(4), incluyendo los elementos comprendidos dentro de su línea de delimitación, lo conllevaba no solo su inexportabilidad sino la inseparabilidad de su entorno.

Vista de la Hacienda con la ubicación de los dos relojes solares y posiblemente un tercero. Foto Google Street View

Los relojes solares de la Hacienda Ibarburu

Entre estos elementos se encuentran al menos dos relojes de sol que albergaban sus instalaciones(5) -de un tercero aún tenemos dudas de su existencia- a pesar de que en el Anexo I del Decreto 259/2002, de 15 de octubre, en el que se describe el inmueble protegido, no se hace referencia alguna ellos. De ambos cuadrantes queremos destacar el que consideramos una de las piezas gnomónicas más interesantes de cuantas hemos localizado en Andalucía(6). Se trata de un cuadrante probablemente datado en 1701, que se encontraba situado sobre una pilastra de piedra muy trabajada situada al borde del patio ajardinado.

El reloj multifaceta en su emplazamiento originario. Foto: Jesús Marín

La pieza está conformada por un poliedro realizado en mármol con forma de prisma de base cuadrangular –32 cms. de lado- y una altura de 40 cms. una de cuyas aristas horizontales superiores se ha achaflanado con la debida inclinación para poder alojarse en ella dos relojes polares. En total posee ocho limbos horarios –uno horizontal, tres verticales meridionales, dos polares y dos orientados laterales que además dispone de líneas zodiacales- lo que lo hace único y exclusivo en todo el ámbito andaluz.

l reloj multifaceta en el suelo del patio tras haber sido sometido a un proceso de limpieza en abril de 2005. Foto: Jesús Marín

De este tipo de relojes también llamados de atril y multifaceta encontramos diversos ejemplos en la literatura gnomónica como los poliédricos que ilustran las obras De Horologiographia de Sebastian Münster, 1533 y De Solaribus horologiis de Oroncio Finée (1560) y y sólo un elemento comparable en Andalucía, en el Jardín del Retiro de Churriana (Málaga) aunque en este caso de una elaboración mucho más compleja.

Reloj poliédrico de De Solaribus horologiis. Oroncio Fine 1560
Reloj poliédrico de Horologiographia de Sebastian Munster, 1533

Además de este multicuadrante exento, en la Hacienda se localiza al menos otra referencia gnomónica situada tras la puerta principal de acceso a la Hacienda donde aún perdura la varilla metálica de un reloj solar que debió encontrarse dibujado directamente sobre el muro.

Varilla del cuadrante solar situado en el muro meridional de la puerta principal de acceso a la Hacienda Ibarburu. Foto: Jesús Marín

Es por ello que la Hacienda Ibarburu representa un claro ejemplo de la medición del tiempo en el campo andaluz mediante la utilización de relojes solares.

Expolio y destrucción de la Hacienda

Insistimos en el hecho de que el cuadrante solar de Ibarburu no es un bien mueble no protegido, sino que al encontrarse originariamente en el interior del espacio protegido y delimitado y además unido físicamente a la pilastra de uno de sus patios, se encuentra plenamente protegido por la declaración de BIC.

La pieza originariamente se encontraba unida a la peana de una manera fija, de suerte que no podía separarse de ella sin su quebrantamiento o deterioro, que fue lo que debió ocurrir tras un intento de robo ocurrido hace algunos años en el que sufrió diversos daños tras su caída al suelo. A consecuencia de ello durante un tiempo el reloj ha estado custodiado en las propias dependencias del edificio a cargo de unos guardeses pero que recientemente al parecer han sido despedidos.

Lamentable estado que el multifaceta presentaba en octubre de 2016. Foto: Antonio Cañones

Pero no ha sido hasta el mes de enero de 2018 en el que hemos tenido noticia(7) del expolio y destrucción en gran parte del edificio tras la falta de vigilancia sobre la finca, a raíz de la denuncia pública efectuada por el historiador Fernando Bejines y los arquitectos Evaristo Román y Guillermo Carrillo. A esta denuncia se han sumado asimismo otros profesionales como el antropólogo Isidoro Moreno quien asimismo ha denunciado(8) la desaparición de las “columnas de mármol genovesas de la doble arcada del señorío (del palacio), la azulejería trianera, las rejas y otros elementos económicamente valiosos (de gran valor en el mercado)” que han sido arrancados, al parecer incluso ayudados de bulldozers u otros vehículos pesados.

Detalles de algunas estancias de la Hacienda donde se aprecia el deterioro sufrido ya en octubre de 2016. La reja de la derecha, procedente de la Cárcel del Pópulo, además de algunos óleos y cerámicas, quizás hayan desaparecido tras el expolio. Fotos: Antonio Cañones.

Asimismo hemos comprobado que el reloj multifaceta de Ibarburu se encuentra actualmente desaparecido no solo de su ubicación original sino que incluso ya no se localiza en ninguna de las dependencias de la finca, como hemos comprobado abandonada y expoliada.

A la vista del resultado al menos en ese caso concreto, vemos que la tutela y conservación se pretende con su declaración como BIC y su sometimiento a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, no ha tenido resultado. Ni la propiedad –muy difuminada por otra parte- ha puesto los obligados medios para su mantenimiento, ni los poderes públicos han sabido o han querido exigir la responsabilidad mediante la ejecución forzosa, directa o subsidiaria, la venta o la expropiación forzosa y que en otros casos sí ha sido posible.

Fotomontaje de algunas estancias de la Hacienda tras el expolio. Fotografías originales de Juan Carlos Muñoz publicadas en Diario de Sevilla el 13/1/2018(9).

Suscribimos –y reproducimos a continuación- el penúltimo párrafo del artículo de Isidoro Moreno que bajo el título La Destrucción del Patrimonio Cultural fue publicado en andaluciainformación.es(10) el 16/1/2018:

El resultado ha sido el desastre. ¿Para qué tantas normas? ¿Para qué tantas comisiones de patrimonio en cada uno de esos niveles? ¿Para qué una Dirección General de Patrimonio Cultural en la Junta? Según se comprueba, solo para postureo y para colocar a burócratas sin alma y a beneficiarios del pesebre. Y también para desesperar a los pocos profesionales con sentido de la decencia que existen en esas instituciones. Nos siguen destruyendo nuestro Patrimonio Cultural. Con ello, nos roban la Memoria colectiva. Y lo hacen con impunidad e incluso con la colaboración, al menos pasiva, de quienes tienen la obligación ética y legal de garantizar su conservación, protección, puesta en valor y bla, bla, bla. Y que cobran por ello. Hay que exigir, YA, sanciones y dimisiones o destituciones. No podemos seguir así. Esto es una vergüenza insoportable.

Reproducción a escala 1:3 del multifaceta de Ibarburu

¿Hay espacio para la esperanza?

El abandono de Ibarburu no es nuevo: Ya en 2004 todos los grupos municipales aprobaron en Pleno una moción denunciando la situación de dejadez y deterioro progreso que venía padeciendo, aunque como comprobamos, casi catorce años después la situación no ha mejorado.

En enero de 2018 la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Andalucía (Adepa) ha presentado sendos escritos dirigidos al Ayuntamiento de Dos Hermanas y a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía denunciando la situación de destrucción y el expolio producido en la finca. El asunto ya ha llegado a la Fiscalía tras las denuncias interpuestas en Comisaría por un historiador y dos arquitectos y la propia delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía.

¿Conseguiremos ver repuesto el patrimonio de la Hacienda, incluyendo el reloj de sol multifaceta en su ubicación originaria?

Esteban Martínez
Enero de 2018

Octubre de 2020

Hemos tenido noticia de que lamentablemente el cuadrante multifaceta ya no se encuentra en la hacienda. Ya en 2012 sufrió un intento de robo que se frustró debido al peso de la pieza. Pero hace aproximadamente tres años, en 2017, los propietarios de la finca lo retiraron sin que hayamos podido determinar su ubicación actual.

Quién sabe si acabará en el mercado de antigüedades para ser vendido al mejor postor con lo que, siendo una pieza destacada del patrimonio histórico andaluz, probablemente acabe fuera de su territorio.

A continuación ofrecemos un video realizado por Juan Carlos Muñoz, aludido más arriba en relación al artículo publicado en Diario de Sevilla.

Si no puedes ver el video, accede directamente desde aquí.

Notas

(1) También conocida como San Miguel de Miravalle o Hacienda de San Lorenzo de Miravalle.

(2) La Hacienda Ibarburu se encuentra situada a la altura del km. 558 de la carretara Nacional IV.

(3) Descargar Decreto 259/2002, de 15 de octubre.

(4) Y en la delimitación literal del entorno contenida en el Anexo I del Decreto 259/2002 se señala específicamente lo siguiente: “El entorno afectado por la declaración como Bien de Interés Cultural de la Hacienda Ibarburu, en Dos Hermanas (Sevilla), comprende las parcelas, inmuebles, elementos y espacios públicos y privados comprendidos dentro de la línea de delimitación que figura en el plano”.

(5) En la descripción del patio en el que se encontraba uno de sus relojes solares, el más completo, únicamente se señala “En la parte posterior de esta vivienda señorial se encuentra un patio ajardinado de planta cuadrada con una pequeña fuente octogonal en el centro. Está acotado en dos de sus lados por un muro de cerramiento, permitiendo la conexión con otro de los patios dedicada a las funciones agrícolas en la parte trasera del inmueble, al que asoma un doble pórtico de arcos de medio punto sobre pilares de sección cuadrangular.”.

(6) Esta pieza ya fue descrita por este autor en un artículo publicado en la Revista digital gnomónica Carpe Diem en el año 2005. Ver MARTINEZ ALMIRON E, “Un conjunto gnomónico olvidado en una Hacienda sevillana” en Carpe Diem, revista gnomónica nº 14. Palma de Mallorca, 2005.

(7) Ver http://www.diariodesevilla.es/sevilla/Desastre-patrimonial_0_1208879633.html.

(8) Ver http://andaluciainformacion.es/andalucia/729195/la-destruccion-del-patrimonio-cultural/.

(9) Ver amplio reportaje fotográfico en http://www.diariodesevilla.es/doshermanas/expolio-Hacienda-Ibarburu-Hermanas_3_ 1208609140.html#slide-1.

(10) Ver nota 8