Conocer la hora solar… ¿en el tiempo de los smartphones?
Mediante la publicación del Real Decreto de fecha 26 de julio de 1900 se dispuso en el Estado español la regulación de los servicios públicos de transportes y comunicaciones y de diversos organismos oficiales conforme al tiempo europeo occidental más conocido como tiempo solar medio del meridiano de Greenwich(1).
Desde ese momento se daba por tanto oficialmente finalizada la utilización de los horarios locales habitualmente regidos por relojes solares en dicho tipo de horario y un duro golpe al ya depreciado valor de los cuadrantes solares para la determinación horaria, superada desde hacía siglos por la relojería mecánica.
Ocaso de la Gnomónica
Pero quizás el golpe definitivo a la utilización de los relojes de sol para la medición del tiempo en España se lo dio el Real Decreto de 3 de abril de 1918, publicado en la Gaceta de Madrid del día siguiente, por el que se disponía que desde el día 16 del mismo mes se adoptara la hora de verano «como medio de conseguir el ahorro de carbón» y que en este primer año(2) duró hasta la noche del 6 de octubre del mismo año: desde ese momento una corrección más añadir a los relojes que tradicionalmente habían venido señalando el horario solar medio.
Es por ello que la producción gnomónica sufrió una recesión considerable, conservándose pocos cuadrantes solares fechados durante las primeras décadas de siglo XX.
Por el contrario fueron apareciendo numerosos artículos en prensa en donde los relojes de sol pasaron a considerarse una reliquia de tiempos pretéritos, representantes de un pasado a olvidar superado por las nuevas imposiciones oficiales de coordinación horaria.
No obstante en determinados lugares continuaron colocándose quizás por el hecho de que, a pesar de todo, son una muestra del conocimiento científico alcanzado en una época que, convenientemente presentados, distinguen además el lugar donde se sitúan y, por tanto, a los dueños de la propiedad.
La lenta recuperación
No fue hasta los años cincuenta del siglo pasado cuando comienza a apreciarse un cierto repunte en la producción gnomónica con la aparición de algunas publicaciones sobre el tema y la producción de nuevas piezas que, como en el caso de las realizadas por el ceramista Manuel Pastor, supusieron un revulsivo y un acicate para la reincorporación, ahora desde la distancia en el tiempo y desde el respeto hacia las creaciones existentes, de una nueva “visión” gnomónica enriquecida desde distintas disciplinas que la conforman: geometría, matemáticas, astronomía, arquitectura, diseño y creación plástica en general.
A raíz de este impulso –ya a partir de los años ochenta del pasado siglo- surgen Asociaciones y grupos de estudiosos de los relojes de sol(3) e intentos de catalogación de los relojes de sol existentes en distintos ámbitos geográficos(4) y comienza una lenta catalogación de los relojes solares “históricos” para su puesta en valor y la incorporación de nuevas creaciones que desde nuevas perspectivas han venido enriqueciendo el panorama gnomónico.
¿Por qué un reloj de sol en el siglo XXI?
En el inicio del siglo XXI, en un tiempo dominado por la precisión y en el que las nuevas tecnologías hacen totalmente innecesaria no ya la utilización de relojes de sol para saber la hora, sino de incluso de los de pulsera que vienen siendo paulatinamente sustituidos por los teléfonos inteligentes cuando no directamente por los smartwatch, son diversas las razones que encontramos para la creación de nuevas piezas gnomónicas que puedan constituirse en un recurso científico, cultural, creativo y artístico con gran proyección de futuro. Ahí van algunas:
- Pueden realizarse de muy diversas formas y materiales, desde los más duraderos como el mármol, la cerámica, el hormigón o el acero, hasta los más livianos como el plástico, el papel o el cartón.
- Pueden constituirse en una obra única y exclusiva pues el trazado de sus líneas y su diseño está pensado para un sitio concreto que en su caso, exalta el valor artístico del edificio donde va alojado pudiendo llegar a formar parte del Patrimonio histórico y cultural de una localidad o zona geográfica concreta
- Son fuente de inspiración artística y literaria para terceros, siendo utilizado como recurso por artistas y escritores.
- En ellos se refleja el Universo, ayudándonos a comprender el lugar y el espacio concreto en el que nos encontramos, por lo que Colegios e Institutos son lugares ideales para la ubicación de relojes de solares como ejemplo de aplicación práctica de los conocimientos teóricos que en él se imparten.
- En mundo de estrés, prisas y contaminación, su realización y uso por su principio de funcionamiento es plenamente ecológico puesto que se pueden hacer con materiales reciclables, no consumen energía, no producen residuos ni hacen ruidos y por tanto no contaminan.
- No tienen coste de mantenimiento y además son muy económicos ya que ofrecen un servicio sin pedir nada a cambio
- Y no olvides que pueden ser ¡objeto de regalo!
Apps asistentes
Este nuevo paradigma tecnológico no ha supuesto una amenaza para los relojes de sol ¡todo lo contrario!. Ordenadores personales, tabletas, teléfonos inteligentes y los programas y apps asociados a ellos, se han constituido en instrumentos imprescindibles para el diseño y trazado de cuadrantes solares.
Desde las incipientes hojas de cálculo que ya comenzaron a proliferar desde los comienzos de la utilización de los pc,s que facilitaban mediante la introducción de determinados parámetros la obtención de los resultados precisos para el trazado de líneas horarias y calendáricas, hasta las más recientes aplicaciones que instaladas en nuestros dispositivos electrónicos permiten obtener con exactitud casi milimétrica las coordenadas geográficas, los puntos cardinales o la posición del sol en un momento determinado, han contribuido a democratizar el acceso al conocimiento necesario para el trazado de cuadrantes solares.
Son muchas las aplicaciones existentes en el mercado y que son descargables desde Google Play o desde Apple Store, pero nosotros queremos destacar las dos siguientes:
- Solar info: Útil herramienta para la instalación y ajuste de relojes de sol al proporcionar la hora solar y la Ecuación de Tiempo calculadas con precisión con algoritmos astronómicos.
+ info: Solar info
- Sol et Umbra: Información astronómica de utilidad para el constructor de relojes de sol y/o para su verificación. Información conteniendo datos horarios y de fecha, factores de corrección del tiempo y efemérides solares.
+ info: Sol et Umbra
Producción reciente
Definitivamente en un tiempo en el que parece que hemos vuelto a los tiempos de los relojes de faltriquera, sólo que ahora el reloj se ha transformado en smartphone y la leontina(5) que unía aquéllos al chaleco de quien lo portada, es virtual pero más cierta que la material -¿quién “se atreve” a salir a la calle sin el móvil?- la creación de nuevas piezas gnomónicas y filognomónicas(6) se ha visto incrementada tanto desde la obra pública -con los que en ocasiones se pretende poner la “guinda” a la finalización de un proyecto- desde el sector educativo y desde el ámbito particular y privado, con una finalidad que va más allá de lo meramente estético o decorativo.
En verano del año 2000, sin saber entonces la coincidencia con el centenario de la publicación del Real Decreto de 1900 que comentábamos en el encabezamiento, fue cuando iniciamos los estudios previos para la puesta en marcha de esta web que visitas, que finalmente vio la luz (solar, eso sí) en octubre de 2000.
Esteban Martínez
Enero de 2018
(1) NOVELLA P. Relojes de sol fechados. Generalidades (976-1900). V. 16. Edición del autor. 2016. Vitoria-Gasteiz. ▲
(2) En los años siguientes, hasta 1950 se adoptó la hora de verano pero con una frecuencia irregular e intermitente.
Desde ese último año hasta 1974, no hubo regulación al respecto, pero fue a raíz de la crisis del petróleo cuando se recuperó la costumbre del adelanto horario estival, costumbre que se mantiene hasta hoy en que se realiza de forma armonizada en el ámbito de la Unión Europea siguiendo el dictado de la correspondiente Directiva europea, actualmente la 2000/84/CE, de 19 de enero de 2001, del Parlamento Europeo y del Consejo. ▲
(3) Como la Societat Catalana de Gnomónica o la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol, a finales de los 80 y comienzos de los 90 o, más recientemente, el Grupo Gnomónico Carpe Diem, entre otros. ▲
(4) Destacamos los correspondientes a pequeños ámbitos geográficos como los relojes de sol onubenses, recopilados por Ignacio Garzón o la página de Francesc Clarà, de Olot dedicada los Rellotges de sol a la Garrotxa. También otras dedicadas a inventariar los relojes de toda una comunidad autónoma como la de los Relojes de sol de la Región de Murcia y por último esta misma que visitas que desde sus inicios se propuso catalogar la totalidad de los relojes de sol existentes en Andalucía. ▲
(5) La leontina es la cadenilla colgante metálica (oro, plata, níquel) que sujeta el reloj de bolsillo o de faltriquera. ▲
(6) Como la “columna poética” situada en tierras valencianas dada a conocer por uno de sus autores Joan Olivares al grupo gnomónico Carpe Diem. Se trata de una escultura en forma de columna truncada en cuya superficie superior pueden leerse dos estrofas de un poema de Salvador Espriu que canta Raimon: Una estrofa habla de la salida del sol y se proyecta sobre la escultura por la mañana; La otra habla de la puesta y se proyecta por la tarde. Es un homenaje de la ciudad de Xàtiva a su hijo predilecto, Raimon. ▲