'Sa'a shamsiyya' andalusí


La astronomía en al-Andalus | El cuadrante andalusí | Otros cuadrantes | Otras aportaciones


Bajo la premisa de que el periodo en que la cultura islámica se mantuvo en al-Andalus no fue el único de los que enriquecieron y hicieron posible la realidad actual de esta bella tierra, pero sí uno de los más importantes, es desde la que se pretende enfocar este capítulo.

Por ello, y como uno de los objetivos del presente sitio, como ya se ha dicho, es el estudio y promoción del reloj de Sol -"Sa'a shamsiyya"- de origen andalusí,

a continuación ofrecemos algunas notas sobre su origen y algunas de las particularidades del entorno cultural y científico en que se desarrolló.


LA ASTRONOMIA EN AL-ANDALUS

En Astronomía, el tiempo transcurrido entre los siglos VIII al XIV DC es conocido como el periodo islámico, pues la mayor parte de la actividad astronómica tuvo lugar en Oriente Medio, el norte de Africa y la Iberia musulmana. Mientras en Europa se abría paso el oscurantismo y languidecían las investigaciones científicas, los sabios musulmanes enriquecieron el legado que en tal materia habían recibido de los clásicos griegos, transmitiéndolos a su vez a la Europa del Renacimiento.

    Bajo el califa abbasí al-Mamún hijo de Harun al-Raschid se dio un fuerte impulso a las ciencias mediante la traducción de textos griegos y romanos de Medicina, Botánica, Filosofía, así como de Matemáticas y Astronomía, que son las que particularmente nos interesan.
    Durante su mandato se midió el arco de meridiano terrestre, con la misma técnica utilizada por Eratóstenes pero con mayor precisión.

    En el trabajo participó al-Jwaritzmi (siglo IX) matemático inventor de los logaritmos y a cuya ciencia dio el nombre de Algebra. También al-Battani (858-929) determinó con total precisión la oblicuidad de la eclíptica, la duración del año trópico y de las estaciones y del movimiento verdadero y medio del sol. Gracias a sus observaciones se pudo calcular en 1749 la aceleración secular del movimiento lunar.

    Hunayn ibn Ishaq al-Ibadi, Thábit ibn Qurra además del ya mencionado al-Jwaritzmi fueron los encargados de traducir, e incluso comentar, los textos griegos. Este último cuyo nombre dio origen al vocablo "algoritmo" introdujo métodos hindúes y griegos en el mundo islámico y a su vez propició la introducción de los numerales árabes -incluyendo el cero- en la Europa medieval.

    En el manuscrito que en el Siglo IX escribió Thabit ibn Qurra titulado "Obras de Astronomía" se encuentran descritos los cuadrantes solares en uso en el mundo árabe hacia el 900 d.C.

    También en el siglo IX, Ahmad ibn Muhammad al-Fargani tradujo al árabe los textos griegos, entre otros los de Ptolomeo. Sobre el año 820 encontró la máxima declinación del Sol, estimando en 23º 35' y escribió una obra muy importante "Elementos de astronomía" que fue traducida al latín en el siglo XII, y un libro sobre los relojes solares y sobre la forma del planisferio y del globo celeste.

Pero más allá de estos destacados personajes en el mundo árabe que sin duda lograron revolucionar el pensamiento científico de la época, también en al-Andalus destacaron prominentes investigadores en el campo de las matemáticas y de la observación astronómica que bebieron de sus fuentes y que, fundamentalmente por la obligación de conocer el exacto momento de los rezos islámicos, practicaron la Miqat o astronomía religiosa, si bien, como veremos, con desigual resultado.
    Abbas ibn Firnas, nació en Ronda y murió en Córdoba en el año 887 d.C. Fue el primero de toda la Península Ibérica en utilizar las tablas astronómicas de Sinhind, de origen hindú, necesarias para el ulterior desarrollo científico europeo. Durante su época, en que comienzan a utilizarse las cifras árabes o numerales -fue el único que descifró el trátado de métrica árabe de Jalil- y se hace mención por primera vez en occidente a la brújula, comienza a despertar la ciencia y la tecnología en Al Andalus.

    Maslamah ben Ahmad al Mayriti nacido en Madrid, fue llamado justamente "El Euclides de España", y dejó un gran legado escrito sobre la ciencia matemática y astronómica, entre los que destacan comentarios a la obra del matemático oriental al-Jwaritzmi, sobre el astrolabio, y otros temas. Añadió nuevas tablas astronómicas a las conocidas hasta entonces, adaptándolas al meridiano de Córdoba. Asimismo convirtió el calendario persa a las fechas árabes, empleando la Hégira como punto de referencia.

    Abu Ishak Ibrahim al Zarqali (Azarquiel) nació en Toledo en el año 1029 d.C., aunque en 1085, tras la conquista de la ciudad por Alfonso VI, se trasladó a Córdoba, donde murió en el 1100. Está considerado como el más notable de los astrónomos: gran observador astronómico y amplio conocedor de los movimientos de los astros, construyó magnificos instrumentos de observación y otros de una gran precisión, como un tipo de astrolabio denominado al Safíhah, o "azafea", que supuso una mejora de los instrumentos confeccionados hasta entonces, porque podía usarse indistintamente en cualquier latitud.

    Asimismo confeccionó las "Tablas toledanas" -basadas en las obras de sus predecesores, principalmente de al Juwaritzmi, aunque también añadió sus propias observaciones y estudios- y el "Almagesto, que significa "la mayor", obra con la que la astronomía antigua consiguió su mayor esplendor.

    Ibn Muad, muerto en el 1079 d.C. fue el autor del primer "Tratado de Trigonometría Esférica", en el que por primera vez se encuentran teoremas sobre el seno, coseno, etc.

    Abu Ishaq nur ed-Din al-Bitrushi, (Alpetragius), que nació en Los Pedroches (Córdoba) y murió en 1204, publicó el libro titulado "Kitab al Hayah" o "Libro de la Forma" en el que se expone una nueva teoría relativa al movimiento de los astros. En su "Tratado de Astronomía" combatió la hipótesis de los epiciclos de Ptolomeo.

    Yabir ibn al Aflah nació en Sevilla y murió hacia el año 1150 dC. Fue un matemático muy importante además de transmisor de toda la ciencia matemática precedente.

Los árabes, mediante el astrolabio, que aunque como ya se ha dicho, se trata de un invento griego, introdujeron lenta pero inexorablemente la toponimia estelar árabe en el Occidente europeo, dando nombre a estrellas y constelaciones tales como Altair, Deneb, Betelgeuse, Aldebarán, Fomalhaut y Vega.

Aún hoy en día son numerosos los términos relacionados con dicha ciencia o con las Matemáticas que recuerdan su origen árabe: azimut (as-sumut: la dirección), cénit, álgebra, cifra, guarismo, nadir, el uso de la equis (x) y la utilización del cero (0).

[Incluso el término arroba (@), de uso tan extendido en Internet tiene el mismo origen semántico.]

En resumen se puede afirmar que introdujeron numerosas mejoras en las ciencias astronómica y matemática: usaron las seis funciones básicas en trigonometría, sólo el seno fue introducido desde la India, el resto -coseno, tangente, cotangente, secante y cosecante- son de origen árabe.


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EL CUADRANTE ANDALUSI

Pero la práctica de la Astronomía en la vida cotidiana tiene su aplicación en la construcción de cuadrantes solares en cuya manufactura alcanzaron una altísima perfección. La necesidad de su realización viene determinada por la práctica islámica de las oraciones diarias, para lo que utilizaban el astrolabio o, generalmente en las mezquitas, los cuadrantes solares en lengua árabe moderna también conocidos como "sa'a shamsiyya" o "mizwala".

Para la determinación de una hora se debe construir un triángulo en cuyos vértices han de situarse el cénit, el polo norte celeste y la posición del sol. El ángulo formado por la intersección del meridiano con el círculo horario del Sol nos dará la hora.

De la época andalusí se han localizado hasta hoy ocho ejemplares incompletos:
  • Dos en la ciudad de Córdoba: El primero encontrado en un solar del Camino Viejo de Almodóvar, el segundo procedente del área del Alcázar califal.
  • Asimismo en la ciudad palatina de Madinat al-Zahra, situada a unos 7 kms. al oeste de dicha ciudad se han hallado tres cuadrantes en el conocido como Patio de los Relojes.
    Dos de estos tres ejemplares junto al del Camino Viejo de Almodóvar, se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba. El tercero se expone en la actualidad en el propio museo de la ciudad palatina.
  • Igualmente en el Palacio de la Alhambra, en el Museo de Arte hispano-musulmán se encuentra expuesto un ejemplar del que se supone procedencia cordobesa.
  • En el Museo de Almería existe un ejemplar localizado en unas excavaciones en 1956, y que había sido reutilizado como solera de un aposento excavado en la Alcazaba de Almería, junto a la muralla norte.
  • En el Museo Arqueológico Municipal de Sagunt (València) se conservan tres fragmentos de mármol grisáceo de lo que fue un cuadrante solar con algunas líneas e inscripciones en escritura nasji.

DESCRIPCION:

Se trata de cuadrantes horizontales trazados sobre mármol de diferente procedencia, que debieron ser grabados entre los siglos X y XI d.C, en los que la hora se señalaba mediante la colocación de un gnomon metálico, hoy desaparecido, y perpendicular al plano.

En ellos aparece señalada la hora en
tiempo antiguo, en los que la duración del día, desde el alba hasta el atardecer, era dividido siempre en doce horas iguales para cada día, pero desiguales entre los diferentes días (la duración del día en invierno es menor que en verano).

Al pie de cada señal horaria aparecen escritas con caracteres cúficos las leyendas "fin de la primera", "fin de la segunda", etc. El mediodía siempre coincide con el fin de la sexta hora y el comienzo de la séptima. Asimismo aparecen señaladas los horas de oración, al-Zûhr (al mediodía) y al-Asr (a media tarde).

También en caracteres cúficos y junto a las líneas de definición figuran los puntos cardinales. En algún ejemplar aparece el nombre del autor del cuadrante, los signos zodiacales o los equinoccios y solsticios.

Además de con los trazos y leyendas señaladas en algunos casos figuran círculos, líneas u otras figuras que completan el conjunto. Entre estas destacan la al-quibla o dirección hacia donde debe dirigirse la oración (La Meca).

De todos ellos convendría decir que no son realmente una muestra de perfección de trazado y que debieron ser realizados por artesanos y no por científicos (a pesar de que en alguno de ellos figura hasta el nombre del maestro gnomonista). Las anomalias técnicas que contienen, líneas paralelas, arcos de hiperbólicos "rectos", etc. debieron ser obra de quienes los grabaron en piedra y no de quienes los diseñaron.

Destaca por su imperfección el que se conserva en Granada que más tendría función decorativa que la que se le supone de indicativa horaria.

Por ser los únicos ejemplares que, construidos en época andalusí, tenemos la constancia de su existencia, son los que hemos considerado como "modelos" para la propuesta de reloj andalusí.




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OTROS CUADRANTES

Pero la cultura islámica, no sólo confeccionó bellos relojes horizontales como los descritos en los párrafos precedentes, también construyeron, perfeccionaron e innovaron la lectura horaria solar mediante la confección de muy diversos relojes, aunque por desgracia, como ya hemos dicho, no se ha encontrado ningún ejemplar en Andalucía.
Todos los que a continuación se exponen se encuentran descritos en la obra de J.Jacques Sédillot escrita en 1841 "Traité des instruments astronomiques des Arabes", que contiene la traducción del códice manuscrito en el Siglo XIII por Aboul Hhassan Alí al-Marrakushi denominado "Kitab Jami al-madabi' wa-'l-ghayat fi ilm al-miqat".


CUADRANTES FIJOS
Cuadrantes planos de diversas orientaciones
  • Además del cuadrante plano horizontal, con gnomon vertical, también conocido como "rujkhama" (mármol) o "basithah" (plano), son conocidos diversos "munharifa" (inclinado) o relojes verticales meridionales puros o declinados a oriente u occidente.
  • Asimismo confeccionaron otros relojes igualmente planos pero con diversas inclinaciones y declinaciones.


Cuadrantes con superficie curva
  • Superficie cilíndrica, tanto externas como internas, verticales y horizontales
  • Cilindro vertical fijo con gnomon móvil
  • Cilindro fijo horizontal de orientación Este-Oeste, con gnomon móvil.
  • Cilindro fijo horizontal de orientación Norte-Sur, con gnomon móvil.
  • Superficie cónica
  • Superficie esférica

Relojes solares con varios cuadrantes y con uno o varios gnomones.
  • El "Mujennahhah" (ala), compuesto por dos semiplanos perpendiculares al plano horizontal, y simétricos entre sí con respecto al plano ficticio Norte-Sur.
    Entre dichos planos y en dirección Sur, existe un ángulo siempre superior a 180º. Va dotado de sendos gnomones perpendiculares a los planos.
  • El "Mutekafiah" es similar al anterior, pero con un ángulo entre sendos planos inferior a 180º, y dotado de un sólo gnomon.
  • El "Maknasa" o "Miknesah", (el refugio):
    Se trata de un reloj compuesto de dos cuadrantes unidos por una arista y que se encuentran recostados sobre el plano horizontal. El gnomon puede tener orientación Este-Oeste, cuando la arista la tiene Norte-Sur, o al contrario.

CUADRANTES PORTATILES Y MOVILES
  • Hâfir Halazûn
    En ambos el gnomon está dispuesto igualmente perpendicular al plano de lectura y el tiempo es medido en función de la altitud del Sol -se trata de relojes acimutales - y del momento de su lectura, para lo que deberá moverse el reloj orientando la sombra hacia el mes o signo zodiacal en que nos encontremos. En el plano se encuentran señaladas las líneas horarias en tiempo antiguo o tiempo desigual, así como las tres líneas horarias más comunes de oración islámica, zuhr, asr-awwal y asr-tâni.
    Igualmente de su lectura podremos obtener la hora local real.
    La diferencia entre ambos relojes estriba en que mientras en el primero las líneas horarias en tiempo antiguo han divido el tiempo transcurrido entre la salida y el ocaso en doce horas, o doce segmentos equiangulares de 30º cada uno, en el segundo la división se ha efectuado en segmentos de 60 grados. Cada segmento puede subdividirse en grados y las fechas pueden mostrarse como meses y días, pero en los tiempos antiguos las señales zodiacales eran las más comunes.

    Las imágenes reproducidas fueron bajadas del sitio http://iaehv.nl/users/ferdv/haf-hal.htm.

  • Shake al jeradah
    • Con gnomon horizontal fijo
    • Con gnomon horizontal móvil

    Es un reloj de Sol trazado sobre una tabla rectangular que debe situarse verticalmente y que puede rotar sobre sí misma. El gnomon es horizontal y debe ir colocado sobre el borde superior de dicha tabla. Sobre la superficie están trazados dos segmentos verticales con una distancia a uno de los bordes, por lo general el izquierdo, que es proporcional a la longitud de la elíptica del Sol en los diversos días del año. Para determinar la hora es suficiente disponer verticalmente la tabla y girarla hasta que el extremo de la sombra del gnomon caiga sobre el segmento vertical correspondiente a la fecha de observación. Estos relojes son en la práctica el desarrollo sobre un plano del conocido reloj de pastor, pero que, como en todos los comentados, las líneas de lectura horaria están trazadas en tiempo antiguo.

Pulsa aquí para obtener información sobre el libro escrito por el ingeniero Gianni Ferrari Le meridiane dell'antico islam (en italiano) con abundante información sobre todos los tipos de relojes islámicos.



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OTRAS APORTACIONES

Además de los cuadrantes comentados hay que señalar que como novedad en cuanto al sistema de señalamiento horario, construyeron por primera vez el denominado cuadrante con gnomon agujereado, consistente en la colocación de una plaqueta en el extremo del gnomon, por lo que el punto marcado -iluminado en este caso y no sombreado- queda mucho más delimitado que el perfil difuso, en ocasiones, de la sombra del estilete.

Incluso, saliéndonos estrictamente del tema objeto del presente sitio, idearon y construyeron el primer reloj automático conocido, que regulado por mercurio era capaz de medir la magnitud física del tiempo con tal regularidad y precisión que tuvo extraordinaria importancia en el desarrollo ulterior de las ciencias. Se trató de un reloj que reproducía mecánicamente el movimiento de los astros celestes localizándolos sobre su esfera y que medía la trayectoria del Sol y estrellas.

Además, Abbas ibn Firnas, construyó un reloj anafórico y la primera esfera armilar europea.

También Al Zarqali fue conocido por un reloj anafórico construido por él, que le dio un gran prestigio y acrecentó su fama. Instalado en las afueras de Toledo, a las orillas del Tajo, se trataba de dos recipientes de agua que se llenaban o vaciaban de agua según la fase creciente o menguante de la Luna y mediante el que determinaba la hora del día y de la noche así como los días de los meses lunares.

Finalizamos diciendo que es desde este ámbito cultural y desde una tierra en la que la civilización árabe dejó su impronta, desde la que ofrecemos las diversas propuestas de construcción de relojes con los métodos que más adelante expondremos.


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